por Nora Aslan
Una mirada distraída podría deslizarse por la superficie de estas imágenes sin ver más que la reproducción de objetos cotidianos, alfombras y manteles con figuras organizadas en composiciones simétricas y ornamentales.
Con una inspección más cercana esa mirada se encuentra de pronto retenida, las imágenes se tornan inquietantes y revelan intempestivamente lo que está más allá de su mera apariencia.
Cuando eso sucede se ha generado un compromiso con nuestra visión, la mirada nos es devuelta y no habrá posibilidad de retroceso.
Todo aparece, todo se presenta, todo es ineludible