Nora Aslan | Lo inquietante en lo decorativo
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Lo inquietante en lo decorativo

por Camilo Sanchez

Entrevista a Nora Aslan en Revista Ñ

 

De regreso de Nueva York donde acaba de cerrar su muestra “Like a Roller Coaster”, la argentina Nora Aslan habla aquí de sus collages, habitados por el horror, a pesar de su apariencia banal y decorativa. Acaba de cerrar en la Pavel Zoubok Gallery de Nueva York, su muestra de collages Like a Roller Coaster. Hay en la obra de la argentina Nora Aslan, más claramente desde la serie Alfombras que presentó en Bellas Artes en 1997 –y donde definió el uso del collage de imágenes fotográficas como paleta- un proceso alquímico efervescente, intenso. Como si la furia de las imágenes externas del mundo que se reproducen en hasta el agobio, en ellas se amalgamaran, a veces siniestramente, con la sucesión de sus propias visiones internas, para producir otra cosa: una obra, cuadros, en movimiento, en expansión creativa. En su serie Like a Roller Coaster este proceso se complejiza aún más. Aslan trabaja en un intento acaso deliberado de desplazar la fijeza de la percepción para hundirla en ciertas revelaciones ligadas al vértigo deestos tiempos. De regreso a Buenos Aires charló con Ñ sobre ese proceso.

-¿Cómo llega y qué le interesa especialmente del collage?

-Arribo después de muchos años vinculada al diseño, al arte textil, a la producción de objetos escultóricos e instalaciones. Del collage me interesa la posibilidad de apropiarme de imágenes disponibles y relacionarlas, creando fricciones que segregan otros sentidos, ajenos a aquellos que portaban como piezas aisladas. Esos encuentros señalan, me parece, las coordenadas del lugar donde sitúo mi mirada.

-En las distintas series, ¿buscó un recorrido determinado?

-En las alfombras elegí deliberadamente un esquema decorativo que adopta el aspecto de alfombras persas al verse desde lejos. Reemplazo las volutas, arabescos y texturas por imágenes de multitudes o personas aisladas. Esa apariencia banal se derrumba cuando la mirada se acerca, más atenta, y revela situaciones inquietantes, a veces el horror mismo. En las Ventanas Chinas, utilicé estos cerramientos como dispositivos que organizaban un orden ficticio al caos de lo visto.

-¿Y cómo definir “Like a Roller Coaster”?

-Ahora utilizo imágenes de montañas rusas y las multitudes y las personas han desaparecido. Quedan las estructuras. El vértigo, la velocidad y lo contingente dan cuenta de lo precipitado del acontecer y de un horizonte, ya no en fuga, sino ausente.

-¿Cómo resulta la experiencia de exponer en Nueva York?

-Es estimulante para mí. Un campo nuevo donde todo me parece más posible. Parte de mi familia vive allí, loque me liga a la ciudad de otra manera, y una galería me representa, lo que no sucede en Buenos Aires. No dejo de pensar que me gustaría mostrar mi obra aquí, pero las cosas se dan de esta manera.

-Toda su obra parece girar en torno a la mirada.

-Sí, una mirada sobre el mundo que se va desplazando y que modifica las coordenadas que mencioné antes. Se acerca y se aleja, y se sitúa en un plano inestable. En la última serie, se aleja como una visión panorámica que borra los seres vivientes pero toma cuenta de las estructuras que los soportan o los hacen colapsar.